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martes, 12 de abril de 2011

Los niños y la espera

Lic. Karina Chaparro

¿Qué se debe hacer cuando el ruiseñor se niega a cantar?
Retorcerle el cuello. Contestó el primero.
 Obligarle a cantar. Dijo el segundo.
Esperar a que se cante. Declaró el tercero, que era un sabio.
 (Leyenda japonesa)

 "La espera", capacidad que uno valora pero tan poco ejercita. Saber esperar como saber saborear y no tragar, detenerse para poder observar, para poder entender, para poder ver al que tengo frente a mí.

¿Qué se debe hacer cuando un niño se niega a portarse según lo que esperamos de él?
 Castigarlo, contestó el primero.
 Obligarlo a portarse bien, dijo el segundo.
Preguntarle ¿qué te está pasando?, ¿cómo te sentís?. Dijo el Sabio.
(Adaptación de la leyenda japonesa)
Cuando estamos frente a un niño debemos pensarlo como sujeto, que está formándose, que está desplegando todas sus posibilidades de ser y que como nosotros  los adultos, el niño habla, dice, sufre, se preocupa.
Ver ésto resulta fácil pero pareciera que todo se complejiza cuando hablamos de niños inquietos, dispersos, traviesos, transgresores, oposicionistas, agresivos...
Pocos se preguntan lo que causa ciertas conductas en niños porque lo que más preocupa es mantener el orden establecido.
Muchos no imaginan que un niño sufre. que tiene preocupaciones que van más allá del colegio y del ámbito familiar. Muchos adultos no pueden imaginar que los niños puedan desear algo diferente a lo que ellos desean.
Muchas veces los adultos frente a éstos niños que desorganizan una  clase, que hacen infinitos berrinches en la calle, o que no copian en la escuela, no se preguntan qué les puede estar sucediendo, solo pretenden aquietarlos, callarlos, que no molesten o que empiecen a copiar lo antes posible.
Pero...¿qué puede estar sucediéndole a un niño que no puede aceptar ningún tipo de consigna, orden o regla? Quizás algo muy distinto a lo que suponemos.
La madre de H  se queja porque los compañeros de escuela se burlan de su hija diciéndole mogólica. Cuenta que el hermano se pelea con otros chicos por el mismo tema. Esta madre carga todo el peso de su queja sobre el síndrome de down que afecta a su hija. Al entrevistar a H le pregunto cuál es el problema. Responde que está celosa de su hermana menor.
Debemos posicionarnos éticamente frente al niño, no hablar por ellos, no taponarlos, no exigirles acomodamientos inmediatos a nuestros tiempos, no dejar de escucharlos, no dejar de respetarles sus tiempos, sus intereses, sus voces.
Es nuestra obligación saber esperarlos, permitirles acomodarse a este mundo adulto de a poco, no anticiparnos a conclusiones fatalistas sobre su futuro desenvolvimiento.
Es importante dejarnos sorprender por ellos... LOS NIÑOS.

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