Desde el trastorno
hacia el síntoma
Lic. Graciela Bosio
"—Triste, larga y no sin cola es mi historia —dijo el Ratón,
entre suspiros, dirigiéndose a Alicia.
—Una cola ciertamente larga —dijo Alicia, contemplándola asombrada—,
pero ¿por qué la llamas triste?"1
Malentendido de Alicia, malentendido que como seres parlantes, nos
atraviesa...
Existencia
Agradezco
a la Lic. Leticia Gianolini, a la Lic. Liliana Macrina y a la Comisión de .Educación
la invitación a participar en esta jornada.
Sexta Jornada de Psicología Educacional en el
Colegio de Psicólogos, que lleva por título: ¿Existe el trastorno de aprendizaje? Distintos paradigmas.
El trastorno de aprendizaje, ¿existe?
Respondo: sí. El mismo hecho de nombrarlo, es un decir que le otorga
existencia. Aparece en plural, "Trastornos del aprendizaje", en el
manual DSM-IV2 soltado como referente, para codificar diagnósticos
por las obras sociales y pre-pagas. Da título a una categoría que incluye los
allí considerados problemas, que plantean obstáculos en los aprendizajes
escolares esperados, según una media establecida. Este manual se acompaña de un
vademécum farmacológico, para resolver los cuadros psicopatológicos descriptos.
Nombrada
la enfermedad, aparecen los enfermos. "No hay ninguna realidad pre-discursiva. Cada realidad se
funda y se define por un discurso"3. En este sentido existirán
luego los niños que porten estas nominaciones: disléxico, disgráfico, u otras
a partir de los también llamados trastornos: T.G.D. o A.D.D. La medicación es
un recurso utilizado frecuentemente, y es abultada la cantidad de dinero que recaudan
los laboratorios de especialidades medicinales, al haber generalizado las expresiones
de malestar en un trastorno médico. Se medica al niño inquieto, al que no
atiende, al que cuestiona, al que no se relaciona, al que pega. Queda
desalojada la singularidad, destituido el sujeto, desaparecido
el deseo. Marcas de la época.
Distintos paradigmas. La aclaración introduce
la diferencia. Existen diferentes modelos, otros discursos, que dan cuenta de
lo que se nombra trastorno de aprendizaje, la distinción posibilita pensar que
hay un no-todo. El psicoanálisis considera síntomas a las dificultades en la
lectoescritura, el cálculo, o los problemas de aprendizaje generalizados. El
psicoanalista sostiene desde su deseo un lugar de palabra para ese niño, en el
que pueda hablar, jugar, desplegar sus producciones que generan desconcierto, a
veces también angustia en los maestros y en los padres, y que el niño puede
sentir como un rechazo, produciendo detenciones en sus aprendizajes. Se trata
de hacer hablar al síntoma, considerado como efecto de lenguaje. Freud, en Inhibición, síntoma y angustia, sostiene que los
síntomas constituyen una forma de evitar el encuentro con la castración del
Otro, generalmente la madre.
Lacan, en La tercera, dice: "Que el
síntoma sea, ante todo, algo que no cesa de escribirse de lo real y lograr
amansarlo hasta el punto en que el lenguaje pueda hacer con el equívoco
(...)"4.
Recuerdo a un niño al que sus padres llevaron
a varios neurólogos v psicopedagogos; al no lograr solución a sus problemas de
atención en la escuela, cansados va, lo trajeron a consulta. El niño presentaba
gran inquietud, se golpeaba con frecuencia y no realizaba las tareas
escolares. También tenía dificultades para dormir, se durmiera donde se
durmiera, auto, cama o sillón, solía despertarse aterrorizado. Un día, luego de
varios encuentros, me dice: "Viste, Graciela, abajo en la vereda hay un
pajarito, no sé si está muerto o dormido", "¡Ah! Pero no es lo mismo,
¿cómo estaba?", le pregunto, "Tenía los ojos abiertos, las plumas
duritas... sí, estaba muerto", respondió con algo de tristeza. Al poco
tiempo sus padres, asombrados, me contaban que había dejado de tener
despertares aterrorizados, podía dormir con tranquilidad. Este niño, vaya a
saber por qué cosas vistas u oídas, confundía dormir con morir. ¡Cómo no iba a
estar inquieto!
Dice Freud en Moisés y la religión monoteísta: "Los traumas son
vivencias en el cuerpo o bien percepciones sensoriales, las más de las veces de
lo visto y oído, vale decir vivencias o impresiones"5. La
intervención en transferencia posibilitó, que la fijación de un goce cediera y
el niño produjera un pasaje a otra posición subjetiva.
Los profesionales que
atienden los llamados trastornos de aprendizaje, psicólogos y psicopedagogos,
atribuyen la problemática a causas neurológicas, retrasos madurativos o
dificultades del entorno. En general los tratamientos responden a formatos
universales: reeducación, apoyo escolar, tratamientos cognitivo-conductuales
y/o medicación. No toman en cuenta lo propio del sujeto, su particularidad en
la formación del síntoma. Si el niño no aprende, algo dice con eso que le pasa.
"Un niño nace
inmerso en el lenguaje, es hablado mucho antes de su nacimiento, sujeto de un
lenguaje que lo precede a través del cual recibe formas de hablar, amar, gozar
que harán a su historia y con lo cual construirá sus propias teorías y
representaciones desde su lugar como sujeto en relación a otro"
Fausto
Lacan en Dos notas sobre el niño, ubica el síntoma del
niño representando la verdad de la pareja de sus padres, o bien revelando la
verdad del objeto del fantasma materno. "El niño realiza la presencia de
eso que Jacques Lacan designa como el objeto 'a' en el fantasma. Satura de este
modo sustituyéndose a ese objeto, el modo de falta en el que se especifica el
deseo (de la madre), sea cual fuere la estructura especial de este deseo:
neurótico, perverso o psicótico"7.
A modo de ilustración: en
el jardín un niño de cinco años no realiza producciones. En la sala la maestra
me dice: "Siempre está "mirando, como perdido". Me acerco a la
mesa, tiene las manos en el bolsillo canguro de su delantal, el cuerpo laxo y
babea “Hola Fausto", le digo, no
me mira ni responde, "Bueno, ¿qué tenemos aquí? ¿Un nene o un
peluche?", insisto, reacciona, me mira enojado, "¡No!", me dice.
Me siento en una sillita en la mesa con el grupo en el que está, me cuentan que él no
hace nada, ro, con las manos en el bolsillo no va a poder", les digo. Uno ir los nenes cuenta, que vio
Cars y Mate es un auto que tiene una roldana para rescatar a otros autos, le
digo que puede usarla para rescatar las manos de Fausto hundidas en el
bolsillo, "¡No!", Fausto con intensidad. El compañero se entusiasma,
Fausto se pone cada vez menos, entre preocupado e intrigado, entre los dos jugamos a rescatar las
manos de Fausto, que deja de oponer resistencia, se ríe y sigue el juego. Ubica
las manos en la mesa y se c ocurre jugar entre los tres el juego de las manos
intercaladas te van cambiando posiciones de abajo hacia arriba. Se divierte
mucho, y después de unos ensayos lo realiza con precisión. Luego ce su primera
actividad. Con dificultad puede garabatear en la hoja y usar el pincel.
Es el menor de varios
hermanos bastante mayores que él, su madre relata que duerme con ella y su
marido en la cama matrimonial, y sus hermanos lo tratan como a un bebé. Es el
pequeño de .a casa, a veces lo traen alzado al jardín. La sorprende que Fausto
tenga dificultades para aprender, no observó nada de eso, "Es mi
chiquito", dice ofuscada. Fausto como mascota de la casa. Un peluche de su
madre que no transmite el no del padre, dejando al niño fusionado en ella.
Fausto queda "como perdido". En otra oportunidad me dice:
"Fausto vino hoy", "Sí, ya veo que viniste", respondo. Se
nombra en tercera persona. Hablar en su propio nombre diciendo "yo",
implica reprimir el deseo del Otro (materno) que lo quiere como objeto, como
"él". "Tiene un nombre que todavía no le pertenece, lo lleva
como una etiqueta"8. Para hablar en nombre propio, hace falta la
identificación con la imagen del semejante (estadio del espejo, narcisismo,
aparición del yo), entonces podrá producir sus aprendizajes.
Es necesaria la función
paterna, entendida como función de castración, para que se produzca alguna
falta en el campo de este Otro materno, que posibilite la aparición del niño
como sujeto deseante. Fausto tendrá que realizar el recorrido, desde la posición
de objeto de goce a la de sujeto dividido, articulado al inconsciente.
Es importante el trabajo de la
maestra, dándole un lugar al escucharlo, reconociéndolo como otro, un sujeto
que habla y al que le habla. Dice Gérard Pommier que a cambio de este reconocimiento el niño acepta
los sentidos que el adulto da a los sonidos de la lengua. A cambio de este don,
se interesa por lo que se espera de él.
Los Jardines
En los jardines está ocurriendo
algo que puede llegar a afectar o ya está afectando los aprendizajes.
Actualmente observamos en los maestros una inhibición de la ternura, por temor
a alguna acusación de abuso por parte de los padres. En casi todos los
jardines, los niños que accidentalmente se orinan, quedan mojados hasta que algún
familiar se presente a cambiarlos. Una maestra dice:
"Prefiero que me acusen de
abandono de persona y no de abuso". Así, les queda sólo a los familiares
asistirlo, al restarse el maestro de ayudar al niño. El docente queda atrapado
en una disyuntiva sin salida para su actuar profesional, y los padres preocupados
al dejar a sus niños con personas en las que no confían, al aceptar estas
condiciones. Los docentes evitan también acariciarlos o abrazarlos, lo que les
impide responder con naturalidad a expresiones afectivas de los chicos. Es una situación que no favorece la separación, la
exogamia, posibilitadoras de los aprendízajes. Se produce un importante daño
en el lazo social, producto de cultura.
Dice Freud: "Ya hemos
entrevisto que una de las principales finalidades de la cultura persigue la
aglutinación de los hombres en grandes unidades; pero la
familia no está dispuesta a renunciar i individuo. Cuanto más
íntimos sean los vínculos entre los miembros de la familia, tanto mayor será
muchas veces su inclinación aislarse de los demás, tanto más difícil le
resultará ingresar en la esferas sociales más vastas"9.
El Diseño curricular para la
Educación Inicial, en el apartado El Cuidado
del Propio Cuerpo y la Sexualidad, expresa: "Es necesario aquí revisar
dos aspectos. Por un lado, la preservación de la propia intimidad, ya que es
necesario que el niño sepa que "nadie puede manipular mi cuerpo, ni tiene
derecho a tocarme o invadir m espacio íntimo (...). En cada una de las
situaciones es preciso con versar y acordar criterios con la familia de los
alumnos"10.
La primera advertencia resulta un
exceso. Se produce además un desplazamiento entre
manipular y tocar, manipular indica la posibilidad de abuso, que se desplaza
hacia tocar que no lo india ¿Cómo constituiría su cuerpo un niño que no fuera
tocado? Sería semejante a un robot.
Se nace con un soma, organismo
biológico. Para constituirse un cuerpo y advenir un
sujeto se hace necesario Otro maternante que a través del lenguaje le confirme
el cuerpo. Cuerpo que pierde como soma, a consecuencia de los cuidados
maternos, que L envuelven con sus palabras y sus caricias, al satisfacer las
necesidades del niño. En esos intercambios: ver, oír, balbucear, incorporal
expulsar, comienza un modo de relacionarse con el mundo cad vez más complejo.
Dice Leticia Gianolini en
relación al sujeto del lenguaje: "Está enlazado a un cuerpo real, que
goza, sufre, que tiene angustia; Ese cuerpo nace y muere una vez. Está también
enlazado a un imagen de ese cuerpo en el que se refleja, se representa. El
sujeto está también anudado a un cuerpo simbólico, metáfora de su ser, que puede nacer y morir
más de una vez. Nuestros goces están regulados por el nombre del padre"11. Simbólico, real
e imaginario, enlazados fabrican el sujeto del deseo, en la relación al Otro
que se expresa en la demanda y se localiza en el discurso. "Desde esta
perspectiva el sujeto del deseo está situado por un discurso, es el producto de un
lazo social.
¿Cómo
constituiría su cuerpo un niño que no fuera tocado? ¿Cómo aprendería un niño
que no puede ser dejado en manos de otros Otros?
Los medios tratan de manera inadecuada la información, preocupan,
atemorizan, escandalizan, fascinan, paralizan. No generan espacios de reflexión
que acompañen las impactantes noticias sobre algún supuesto abuso en una
institución. Tiempos de alienación globalizada, consumista y mediática, en los
que rescatar el deseo será la manera de sustraerse, recuperando los lazos
sociales para generar nuevas propuestas productoras de cultura, soportando el
malestar.
NOTAS
1- Carroll, Lewis,
(2010). Alicia en el país de las maravillas (Pág.45). Buenos Aires:
Ediciones Debolsillo.
2- DSM-IV
Breviario-Criterios diagnósticos. (1995). Buenos Aires:
Editorial Masson.
3 -Braunstein, Néstor,
(2005), Cita de Lacan (1973) Encoré, Lingüistería. En El lenguaje y el
inconsciente freudíano (Pág. 218). Buenos
Aires: Ediciones Siglo XXI. 2005.
4- lacan, Jaques,
(1988). Intervenciones y textos 2, La ter-:era, (Pág.96). Buenos Aires:
Ediciones Manantial.
5- Freud, Sigmund,
(1937-1939). En Obras Completas, Moisés y la religión
monoteísta.
6- Gianolini, Leticia,
(2010). La educación: ¿práctica im~ : osible? Encuentros 31, 11.
7- Lacan, Jaques,
(1988). Intervenciones y textos 2, Dos >iotas sobre el
niño, (Pág. 55). Buenos Aires: Ediciones Manantial.
8- Pommier, Gérard,
(2010). Cómo las neurociencias demuestran el psicoanálisis, (Pág.36). Buenos
Aires: Letra Viva.
9- Freud, Sigmund
(1937-1939). En Obras Completas, El malestar en la
cultura y otros ensayos. Diseño Curricular para la Educación Inicial (2008), (Pág.55).
Buenos Aires.
10- Gianolini, Leticia,
(2010). La educación: ¿práctica imposible?, Encuentros 31. Buenos Aires,
Colegio de Psicólogos Distrito XV.
11- Ibídem.
BIBLIOGRAFÍA
- Carroll, Lewis (2010): Alicia en el país de
las maravillas, Buenos Aires, Ediciones Debolsillo.
- DSM-IV
Breviario-Criterios diagnósticos (1995), Buenos Aires,
Editorial Masson.
- Braunstein, Néstor
(2005): El lenguaje y el inconsciente freudiano, Buenos Aires, Ediciones
Siglo XXL
- Freud, S: El malestar en la
cultura y otros ensayos, Obras Completas.
- Freud, S: Moisés y la religión
monoteísta, Obras Completas.
-Freud, S: Tres ensayos para una
teoría sexual, Obras Completas.
- Freud, S: Inhibición, síntoma y
angustia, Obras Completas.
- Freud, S: Introducción al
narcisismo, Obras completas.
- Lacan, J. (1991): El estadio del espejo
como formador de la junción del yo (je) tal como se nos revela en la experiencia
psicoanalítica, En Escritos 1, Buenos Aires, Ediciones
Siglo XXI.
- Lacan, J. (1988): Dos notas sobre el
niño, en Intervenciones y Textos 2, Buenos Aires, Ediciones
Manantial.
- Lacan, J. (1988): La tercera, en
Intervenciones y Textos 2, Buenos Aires, Ediciones
Manantial.
- Diseño Curricular para la
Educación Inicial (2008), Buenos Aires.
- Gianolini, Leticia: La educación: ¿práctica
imposible? Encuentros 31. Buenos Aires, Colegio de
Psicólogos Distrito XV.
- Pommier, Gérard (2010): Cómo las neurociencias
demuestran el psicoanálisis, Buenos Aires, Letra
Viva.
- Najles, Ana Ruth (2008): Problemas de
aprendizaje y psicoanálisis, Buenos Aires, Grama
Ediciones.
Publicado en revista ENCUENTROS, publicación del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires - Distrito XV. Noviembre de 2012
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